Un héroe que entregó la vida por sus compañeros y el pueblo colombiano
Los héroes en Colombia sí existen, y tal vez sea esta la frase para dar inicio a esta historia, la de un héroe, que con honor y el amor por sus soldados, combatió y entregó su vida hasta el último momento.
Para el soldado profesional Medina Cano Yeison, quien en su momento se desempeñaba como enfermero de combate, hablar y relatar sobre lo sucedido aquella vez, no es fácil, su voz se entrecorta, sus manos sobre sus piernas con movimientos repetitivos de sus dedos demuestran la angustia que siente al recordar lo sucedido aquel viernes 18 de junio de 2021.
El soldado Medina nos cuenta que era un día tranquilo, sin ningún reporte de alerta ni situación de peligro inminente, la sección pasaba las horas en el cumplimiento de la misión, siendo aproximadamente las 4 de la tarde del viernes 18 de junio del 2021, su comandante el cabo primero Jhonifer Maldonano era el que lideraba la sección número 2 del pelotón antorcha 4, del Batallón Especial Energético y Vial N.º16, y de un momento a otro, todos tuvieron que entrar en combate defendiendo con gallardía el honor de ser militar.
El Grupo Armado Organizado GAO Eln de la manera más cobarde los atacó y en ese preciso momento todo se tornó angustiante, el sonido de las ametralladoras, los tatucos y granadas de mortero volando por los cielos de la vereda Santa Isabel, del municipio de Arauquita, Arauca, se sintió como si el tiempo se detuviera, y un reloj de arena les contara granito por granito que se acercaba el final.
El cielo estaba nublado y un poco de sol iluminaba todo alrededor, el pelotón realizaba todo tipo de maniobras para poder defenderse. El soldado Medina relata que los que los atacaban los duplicaban en número, y contra atacar de esa manera se tornaba mucho más difícil.
¡Boom!, un tatuco cayó muy cerca de la tropa, estas armas, que al detonar liberan esquirlas que desgarran la piel y carne, amenazaban con asesinar a toda la sección que se protegían del fuego enemigo; una ametralladora hostiga a la tropa sin parar, desafortunadamente en un instante, uno de esos proyectiles impactó en el estómago de uno de los soldados, de inmediato, el radio empieza a sonar, era el cabo Maldonado quien reportaba lo sucedido y pedía apoyo urgente al comandante del pelotón para que un helicóptero con personal médico entrara para atender al herido, pero por la complicada situación, no se podía hacer en ese momento.
Mientras tanto, esa ametralladora seguía disparando como si las balas fueran infinitas, el cabo Maldonado le ordenó al soldado Medina que lo siguiera para atender urgente al soldado herido y prestara los primeros auxilios. “Yo voy por él y usted se tira al lado de ese árbol para que lo pueda atender”, recuerda el soldado Medina esas palabras del cabo Maldonado como si fuera ayer, que sin importar nada, demostró ahí la valentía absoluta, el amor y el fiel compromiso que todo comandante debe tener por sus soldados.
Corrieron rápidamente donde estaba el herido y con mucha fuerza el cabo lo hala y aún con vida lo logra sacar.
Le prestaron los primeros auxilios al soldado, la herida era muy profunda y había perdido mucha sangre, pero durante esa maniobra, desafortunadamente también resultó herido el cabo Maldonado. Ahora debía atender a dos compañeros detrás de un gran árbol, aquel árbol que en ese instante los cubría de las interminables balas.
Mientras las balas pasaban, el soldado luchaba para frenar la hemorragia de los dos heridos. Los tres estaban muy angustiados pero con la fe intacta y llenos de valentía. De un momento a otro, el cabo Maldonado aún herido no dejó de enfrentar a los guerrilleros. “Medina concéntrese en lo suyo, sálvele la vida, esa es su misión, yo me encargo del resto”, fueron sus últimas palabras, a lo lejos, un francotirador nos hostiga de manera incansable.
Siguiendo las órdenes del comandante, el soldado Medina se concentró tanto en buscar la manera de detener el sangrado del compañero herido que por un momento olvidó lo que pasaba alrededor. El cabo Maldonado y demás compañeros repelieron el furioso ataque indiscriminado de esos terroristas.
De un momento a otro un silencio profundo invade ese lugar, mientras el seguía con la misión encomendada, un francotirador con certero disparo acaba con la vida del cabo Maldonado impactándolo en la cabeza, provocándole una muerte inmediata, no lo podían creer.
El combate terminó en ese preciso momento, como si el destino solo estuviera esperando ese desenlace final.
El soldado Medina relata que en ese momento su corazón se aceleró mucho más, estaba en estado de negación, acababan de asesinar a su comandante y amigo, aquel que peleó hasta su último aliento. A la distancia vió el apoyo aéreo, como ángeles, llegó más apoyo para evacuar a todo el personal, al cuerpo del cabo Maldonado y al soldado herido quien sobrevivió satisfactoriamente gracias a Dios.
Nuestro cabo primero Jhonifer Maldonado Vargas, héroe de la patria, oriundo del municipio de Neiva, Huila, tenía 31 años de edad, era soltero, vivía con su señora madre de avanzada edad a quien su sueño era construirle su vivienda propia para no seguir pagando arriendo. El cabo Maldonado contaba con varias condecoraciones a lo largo de su carrera militar, ingresó en el año 2009 a las filas del Ejército Nacional como soldado regular y continuó como soldado profesional en 2011, luego ascendió como cabo tercero en el 2014 en la Escuela de Suboficiales Sargento Inocencio Chincá, contando así con una trayectoria de 12 años trabajando por la seguridad en cada una de las unidades donde se destacó por cumplir con honor y disciplina la misión constitucional por el pueblo colombiano.
Sus compañeros lo recuerdan como un excelente líder, dispuesto siempre a dar un consejo, estaba atento a su tropa, prestaba su apoyo cuando más se necesitaba, más que un compañero, superior o subalterno, era un amigo.
El Ejército Nacional nunca olvida a sus héroes, aquellos soldados que ofrendaron su vida en cumplimiento del deber, luchando por una noble causa, algún día poder alcanzar la paz.