HEROÍNAS EN PIJAMA, el valor que no necesita uniforme

La mañana del viernes 25 de abril de 2025 parecía transcurrir en tranquilidad en Remedios, Antioquia, hasta que el estruendo de una granada de fragmentación y un intenso intercambio de disparos rompieron la calma. La estación de Policía del municipio fue blanco de un ataque armado atribuido al «Clan del Golfo», dejando tres uniformados heridos.

En medio del humo, los gritos y la confusión, dos mujeres policías demostraron que el verdadero coraje no depende de un uniforme. Vestidas apenas con su pijama y protegidas solo por un chaleco antibalas, salieron descalzas a socorrer a sus compañeros heridos, desafiando el peligro latente en las calles.

Sin tiempo para protocolos, avanzaron entre el fuego cruzado, conscientes de que cada segundo podía significar la diferencia entre la vida y la muerte. Con determinación, evacuaron a los lesionados hacia el hospital municipal, convirtiéndose en un símbolo de valentía para toda la comunidad.

Mientras tanto, el patrullero Martínez, quien también enfrentó el ataque, desenfundó su arma y repelió la ofensiva. En el intercambio de disparos, abatió a dos de los agresores, quienes se movilizaban en motocicleta y hacían parte del grupo armado que perpetró el atentado.

La acción heroica de Martínez y de las dos mujeres fue reconocida por el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, quien, a través de una llamada telefónica, exaltó su valentía. “Eso que usted hizo me pareció de lo más heroico y es un ejemplo para que todos los uniformados de la Fuerza Pública puedan también reaccionar de la misma manera, protegerse a ustedes mismos y proteger a los antioqueños”, expresó. Sobre las mujeres policías añadió: “Qué valor el de esas mujeres, salieron ahí con toda como usted”.

Los uniformados heridos fueron evacuados por unidades de la Fuerza Aeroespacial Colombiana hacia Medellín, donde reciben atención médica especializada.

Pese al violento ataque, el espíritu de servicio de los policías de Remedios no se doblegó. Quedó claro que el valor verdadero no necesita uniforme: basta con el compromiso inquebrantable de proteger la vida.

En pijama y descalzas, aquellas dos mujeres se alzaron como un símbolo eterno de que la verdadera fuerza no siempre viste uniformes ni exhibe honores. A veces, basta con el coraje desnudo y el amor inquebrantable por la vida. Hoy, su valentía recorre las redes como la imagen viva de una escena digna de película.

Por: Emilio Gutiérrez Yance