
Cómo cerrar ciclos al finalizar el año de la mejor manera
El cierre de un año es más que un cambio de calendario: es un momento de pausa y consciencia. Es la oportunidad de mirar hacia atrás, reconocer los aprendizajes, agradecer las experiencias y tomar decisiones que nos permitan avanzar con claridad. Desde la psicología del crecimiento personal, este proceso ayuda a integrar lo vivido y a liberar aquello que ya cumplió su función, para abrir espacio a lo nuevo.
La doctora María Clara Arbeláez, psicóloga y directora de Avance Crecimiento Personal, propone que este cierre sea una práctica de autoconocimiento y transformación interna, orientada a generar bienestar emocional y sentido de propósito. Su trabajo, basado en la consciencia y el desarrollo humano, invita a las personas a vivir con autenticidad, gratitud y responsabilidad personal “el cierre de año es una oportunidad invaluable para reconciliarnos con nuestro propio camino, para reconocer lo que hemos logrado y también lo que hemos dejado pendiente. Al hacerlo desde la reflexión, se despierta una energía renovada que nos permite iniciar el nuevo ciclo con mayor serenidad, confianza y dirección” señala la experta.
Este enfoque invita a asumir la vida con una mirada integradora, dónde cada experiencia se convierte en fuente de evolución. Cerrar el ciclo del año conscientemente es una manera de honrar el pasado, vivir el presente con plenitud y preparar el terreno para un futuro más equilibrado, coherente y luminoso.
La doctora Arbeláez recuerda que avanzar implica reconciliarse con lo vivido, aprender de cada paso y elegir, desde la conciencia, como queremos continuar el camino. De esa manera, el cierre del año se transforma en un acto de renovación interior y de esperanza en lo que está por venir.
De igual forma, cerrar el año conscientemente nos invita a establecer nuevas intenciones. No sé trata de promesas vacías ni de listas interminables, sino de compromisos reales con uno mismo: cultivar hábitos saludables, fortalecer relaciones significativas y proyectar se desde lo esencial. Este tipo de cierre se convierte en una herramienta de bienestar y claridad para afrontar los retos del año que llega.
Cerrar el ciclo no es solo una fecha en el calendario, es una decisión interna. Es la invitación a reconocer que todo lo vivido, incluso lo difícil, nos ha preparado para lo que viene. Cada final trae consigo un nuevo inició, y la verdadera fortaleza está en mirar hacia adelante con gratitud, propósito y confianza en el propio proceso.
De manera gratuita para los interesados en ahondar el tema, el jueves 6 noviembre a las 7 p. m por las redes de Avance Crecimiento Personal se hará un FaceLive denominado “Cierra el ciclo del año de la mejor manera”, con ejemplos prácticos como:
- Escribir una carta de cierre.
Dedicar un momento a escribir —sin filtro— lo que se agradece, lo que se aprendió y lo que se desea dejar atrás. Luego se puede guardar o quemar simbólicamente para marcar un cierre emocional. - Hacer una limpieza consciente.
Ordenar el espacio personal (cajones, ropa, archivos) mientras se reflexiona sobre qué objetos o recuerdos ya no representan la etapa actual. Este acto físico refuerza el desprendimiento interno. - Revisar logros y aprendizajes.
Anotar tres cosas que se lograron y tres que quedaron pendientes, reconociendo sin juicio los avances y las áreas de mejora. Esta práctica promueve la autocompasión y la claridad. - Practicar el perdón activo.
Dedicar unos minutos al día a liberar resentimientos o culpas, entendiendo que perdonar no siempre implica reconciliarse, sino soltar el peso emocional que impide avanzar. - Diseñar intenciones realistas.
En lugar de hacer una lista de propósitos, definir dos o tres intenciones con sentido personal (por ejemplo, “cuidar mi energía”, “disfrutar el presente”) y vincularlas a acciones concretas y sostenibles.