Inflación en Colombia: cifras, causas y efectos en hogares y empresas y qué se espera en el 2026

Colombia cierra el año con un respiro que empieza a sentirse en hogares y empresas: la inflación desciende. La más reciente cifra de noviembre publicada por el DANE refleja la ubica en 5,3 %, un avance que confirma que el país sigue recuperando terreno hacia la meta del 3 % del Banco de la República. Con ese panorama, se decide mantener la tasa de intervención en 9,25 % para consolidar la tendencia a la baja y evitar presiones de fin de año.

Para entender qué implica esta decisión, Laura Andrea Cristancho, experta y coordinadora del Programa de Economía del Politécnico Grancolombiano, explica que el país vive una etapa de transición: “la inflación cede, pero las expectativas aún no regresan del todo al objetivo. Mantener tasas altas ayuda a anclar esas expectativas, aunque trae un costo evidente en el crédito y en el ritmo productivo”.

Según su análisis, la medida se siente en la vida cotidiana: empresas que aplazan inversiones, hogares que posponen compras grandes y sectores que dependen del financiamiento enfrentan un año retador. Aun así, sostener una postura contractiva es, por ahora, la forma de evitar que las presiones inflacionarias vuelvan a tomar fuerza.

¿Qué sigue presionando el costo de vida en Colombia?

Según las cifras más recientes del DANE, buena parte de la presión sobre el costo de vida sigue viniendo de los gastos que todos sentimos mes a mes: los arriendos y los servicios públicos. Solo esta división, que incluye energía, gas, agua y alcantarillado, aportó cerca de 1,65 puntos porcentuales a la inflación anual, y los arriendos por sí solos explican alrededor de 1 punto.

A esto se suman otros rubros que siguen empujando los precios, como los restaurantes, el transporte urbano y algunos alimentos, especialmente frutas y carnes. En conjunto, alimentos y servicios regulados siguen siendo los que más pesan en el bolsillo, justo en un momento en el que los factores laborales y las discusiones salariales del fin de año también entran en juego.

¿Cómo reaccionó la economía frente a este entorno de tasas altas?

En lo corrido de 2025, la economía ha mostrado un crecimiento moderado: el DANE reportó un aumento del 2,7 % en el primer trimestre frente al año anterior. Aunque no es una cifra espectacular, sí refleja que el país sigue avanzando, incluso en medio de tasas de interés altas. Algunos sectores han sido protagonistas de esa dinámica: entretenimiento creció más de un 15 % y el agro superó el 7 %, impulsando buena parte del resultado. Otros, en cambio, sintieron más el frenazo.

La construcción volvió a caer y la industria manufacturera avanzó con más dificultad, afectadas por los créditos costosos, las hipotecas elevadas y la menor demanda de bienes durables. Es un panorama mixto, donde conviven señales de recuperación con sectores que todavía esperan un alivio.

¿Qué se espera para 2026?

La profesora Cristancho prevé una recuperación económica gradual. Si la inflación sigue descendiendo, el Banco de la República podría iniciar una baja progresiva de tasas a comienzos del próximo año. Esto daría un respiro a sectores como comercio y construcción, que han esperado durante meses una señal de alivio. Agro y entretenimiento mantendrían su dinamismo, consolidándose como motores del crecimiento.

Aun así, persiste un reto importante; mantener tasas altas durante todo 2025 ayudó a controlar la inflación, pero prolongarlas demasiado puede frenar por más tiempo la recuperación de sectores estratégicos. El equilibrio no es solo técnico, sino práctico, es necesario lograr que los precios se estabilicen sin apagar el ritmo de la economía que millones de colombianos necesitan para avanzar en 2026.

Según la experta, ese será el desafío central del país en los próximos meses: tomar decisiones monetarias que cuiden el bolsillo sin sacrificar la recuperación económica que empieza a tomar forma.