Jóvenes del Meta regresan a casa tras cumplir con honor la misión por Colombia

Con el orgullo de haber servido a la patria y la frente en alto, 323 jóvenes soldados de la Séptima Brigada culminaron su servicio militar en el departamento del Meta, tras entregar su valor, disciplina y compromiso por la seguridad y defensa del pueblo colombiano.

Estos hombres, forjados en el rigor del entrenamiento y templados en la responsabilidad del deber, retornan a sus hogares luego de cumplir con integridad una de las misiones más nobles: proteger a la nación.

En Granada, Meta, se realizó la ceremonia de licenciamiento de 88 soldados pertenecientes al Batallón de Infantería N.º 21, el Batallón de Infantería N.º 29 y el Batallón de Instrucción, Entrenamiento y Reentrenamiento N.º 7. Allí, sus comandantes los despidieron con palabras de gratitud y admiración por su firme compromiso con la seguridad de la región.

De manera simultánea, en el Cantón Militar de Apiay, en Villavicencio, se llevó a cabo la despedida de 235 soldados del Batallón de Infantería Aerotransportado N.º 20, el Batallón de Ingenieros de Combate N.º 7, el Batallón de Artillería de Campaña N.º 7 y el Batallón de Apoyo y Servicios para el Combate N.º 7, quienes también recibieron el reconocimiento de sus superiores.

Durante su servicio, estos jóvenes enfrentaron diariamente múltiples desafíos con valentía, disciplina y un profundo amor por Colombia. Patrullaron caminos, apoyaron a las comunidades, participaron en operaciones militares y asistieron en emergencias, demostrando que el uniforme no solo es un símbolo de autoridad, sino de entrega total.

No son solo soldados: son hijos, hermanos, padres, estudiantes y soñadores. Jóvenes que fortalecieron sus valores y que, desde hoy, regresan a la vida civil con una visión más amplia del país que ayudaron a proteger.

El coronel César Julio Remolina Lizarazo, comandante de la Séptima Brigada, expresó:
“Hoy los despedimos con el corazón lleno de orgullo. Cada uno de ustedes es un ejemplo de lo que significa servir con lealtad. El país los recibe nuevamente como ciudadanos íntegros y comprometidos con el futuro de Colombia”.

Muchos de estos soldados ahora cuentan con herramientas técnicas, conocimientos adquiridos durante su servicio y una nueva visión de la vida que los impulsará en sus próximos proyectos. Lo aprendido en el Ejército será siempre su escudo y su guía ¡Soldado un día, soldado toda la vida!