Un cuerpo recuperado en Recetor, es la esperanza para familia buscadora

La Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas estuvo durante dos días en zona rural del municipio de Recetor, ubicado en límites con el departamento de Boyacá, donde se realizaron trabajos de búsqueda y prospección. Esto condujo a la recuperación del cuerpo de un hombre, el cual fue llevado al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para su respectivo proceso de identificación.

Este hallazgo podría coincidir con las características del papá de Alexandra, desaparecido desde finales del año 1997 en una zona aledaña al municipio de Recetor.

“Aunque se encontraron bastantes restos de piedras, vidrios y depósitos a través de muchos años, efectivamente se encontraron restos óseos humanos y finalizamos la intervención con un balance positivo para la Unidad de Búsqueda, pero sobre todo para la familia” puntualizó Luisa Fernanda Ruge Velasco, antropóloga líder del equipo forense.

El inicio
A un lado de la carretera que bordea las montañas, el equipo de investigación forense de la UBPD alistó las provisiones y algunos elementos para acampar esa noche. Mientras tanto, en el lomo de dos caballos, se cargó la herramienta fundamental para excavar la tierra.

Alexandra y su mamá, usando poncho y sombrero, con una maleta en la espalda, participaron de esta acción humanitaria.

La joven recuerda que ese día sería el cumpleaños de su hermano fallecido. Dice que antes de salir de la casa, miró al cielo y le pidió como regalo, poder encontrar a su papá.

Luego de casi una hora de recorrer caminos inestables que se extendían a lo largo del ascenso, el equipo llegó al punto donde pasarían la noche y aprovecharían el tiempo para las acciones de búsqueda. Descargado el equipaje, el grupo se adentró en una zona boscosa.

Paredes caídas y una vieja tubería, rodean el sitio de interés forense.

“Ojalá que todas esas personas que tienen a sus seres queridos desaparecidos puedan encontrarlos” dijo la mamá de Alexandra* con la biblia en la mano, mientras ofrecía una oración antes de iniciar la jornada.

Alexandra le contó al equipo forense que su papá, Alberto*, se había ido del pueblo porque se separó de doña Edilma*, su mamá. Dicen que tenía prohibido volver a Recetor. Pero al parecer, le pudo más el amor por querer volver a ver a su pequeña hija. Se presume que por eso regresó, pero fue retenido contra su voluntad.

Esa fue la última vez que le vieron.

Fue hasta el año 2013, cuando Alexandra*, siendo mayor de edad y aún con algo de temor, se atrevió a poner en público su caso y fue de esa manera que logró iniciar el camino de búsqueda. Según versiones que le han contado, su papá fue ultimado y luego abandonado cerca de un caño.

Casi 11 años después de iniciar la búsqueda, llegaron hasta el lugar que la investigación extrajudicial y humanitaria señalaba. Estando allí, se necesitaron de todas las manos presentes en el lugar para levantar una estructura de cemento y dejar al descubierto el sitio donde sería la prospección.

El primer día se extendieron las labores por casi 10 horas continuas.

“Fue frustrante porque no aparecía nada y uno se llena de sentimientos encontrados. Todo iba así hasta que apareció una bota, pero entonces ya oscureció y tocó esperar un día más para seguir buscando. Esa noche, fue difícil conciliar el sueño”, expresó Alexandra*-.

En el segundo día, las labores iniciaron muy temprano. Además de la bota que había sido hallada el día anterior, se encontraron estructuras óseas y algunas prendas de vestir desintegradas.

La alegría y tristeza embargaron a mamá e hija, quienes estuvieron acompañadas durante estos dos días, también por un profesional psicosocial de la Unidad para las Víctimas.

Igualmente, el equipo de la UBPD después de dos arduos días de trabajo, albergaron sentimientos compartidos con la familia.

La tarde estaba por caer, entonces el equipo se dispuso a recoger las herramientas; a varios metros de allí, las aguas de un caño golpeaban con más fuerza el caudal. Cada parte del hallazgo fue embalada y puesta en custodia según el protocolo forense.

Mientras descendían de la montaña, Alexandra compartió un sueño que tuvo: “ Yo iba caminando y pasaba como un río, y al pasar al otro lado, estaba mi papá y él me dijo: Hija, aquí habemos varios, pero no se preocupe que yo estoy bien. Siempre me sueño que él me tiene de la mano, yo siendo una niña”.

Para concluir la recuperación de este cuerpo, la UBPD realizó previamente varios diálogos con posibles aportantes de información. Debido al carácter humanitario y extrajudicial de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas, mantiene bajo reserva la identidad de estos aportantes y la información suministrada a la UBPD no puede ser usada de ninguna manera como fuente judicial.

Ya en la carretera que conduce hacía la zona urbana del municipio, Alexandra compartió una última reflexión al equipo: “Haber encontrado el cuerpo, ojalá que sea él. Y si no es, al menos ese cuerpo que la UBPD rescató, dé la satisfacción y alegría a una familia que también está buscando a su ser querido.”

“Ojalá que sea la última vez que yo tenga que buscar a mi papá”.