Por las altas temperaturas y los vientos fuertes, durante la época seca aumenta el riesgo de incendios forestales e incendios estructurales

La Dirección de Gestión del Riesgo de la Gobernación de Casanare presentó un balance de los primeros incendios forestales registrados en el 2022, y el reporte final de eventos ocurridos durante todo el 2021.

Según Guillermo Pérez jefe de dicha cartera, en estos primeros tres días del año en curso, se generaron una serie de conflagraciones que han afectado a ganaderos, fauna silvestre y vegetación. “La cifra de incendios reportados ya asciende a 27 eventos, la mayoría de ellos corresponden al municipio de Yopal, entre las que se quemaron zonas del parque La Iguana y más de 200 hectáreas de pasto de una fica ganadera en inmediaciones a la ciudad”, informó Pérez.

En esta lista de deflagraciones, también se reporta un incendio en Nunchía, uno en Orocué y cuatro en el municipio de Aguazul.

Con respecto a las emergencias atendidas el año pasado, se hizo el siguiente balance:

Incendios Forestales

En el 2021 se reportaron 69 eventos por incendios forestales, en los que se afectaron 8.187 hectáreas de vegetación. (Afectación de árboles, sabana nativa, moriches, cercas y animales).

Los municipios que presentaron el mayor índice de incendios forestales fue Orocué con 3.799 ha. afectadas y Hato Corozal con 3.701 hectáreas incineradas.

Incendios Estructurales

Se reportaron 11 incendios estructurales, en los que hubo pérdida de enseres y/o pérdida parcial y total de la vivienda. En uno de los más recientes, se incineró la totalidad de un almacén comercial en Paz de Ariporo.

Recomendaciones

Desde la Gobernación de Casanare a través de Gestión del Riesgo, se hizo un llamado a los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres en cabeza de los alcaldes, a mantener activos sus Estrategias Municipales de Respuesta a Emergencias (EMRE) para la atención oportuna de los incendios, garantizando el convenio con Bomberos, y operatividad de los organismos de socorro.

A las entidades públicas y privadas activar sus planes de contingencia ante la amenaza.

A la comunidad reportar a las autoridades la existencia de incendios; evitar las fogatas, no botar colillas encendidas y vidrios a zonas propensas a incendios y no realizar quemas (culturales) para la preparación de tierras.