
Misión humanitaria de la UBPD intervino un sitio de interés forense en zona rural de Tauramena
Hasta la vereda Cuernavaca, una zona apartada a orillas del río Chitamena, llegó un grupo de mujeres con una idea fija: avanzar en la búsqueda de sus seres queridos. Lo hicieron junto a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, que intervino un terreno de más de 800 metros cuadrados. Este lugar fue identificado gracias al trabajo de la Fundación Yovany Quevedo “Lazos de Vida” como un sitio de interés forense, donde habrían sido inhumadas tres personas desaparecidas en el contexto del conflicto armado. Una de ellas fue recuperada años atrás por la Fiscalía, también a partir de la información suministrada por la misma organización.
Al lugar llegó un equipo de la Unidad de Búsqueda conformado por profesionales forenses, una investigadora territorial y un geofísico. Debido a la extensión del terreno, y a las condiciones del suelo, se utilizó un georradar para identificar posibles alteraciones. Según explicó Diego Chaparro, líder del equipo forense, las imágenes obtenidas permitieron ubicar varias anomalías en el subsuelo. “Esas señales fueron verificadas con pozos de sondeo para determinar si correspondían a posibles lugares de inhumación. Sin embargo, en su mayoría, se trataba de alteraciones provocadas por la vegetación o el paso del tiempo”, señaló.
Esta articulación se enmarca dentro del Plan Regional de Búsqueda del Suroccidente de Casanare de la UBPD, apoyado en la experiencia acumulada por la Fundación Yovany Quevedo “Lazos de Vida”, quienes durante más de 15 años han trabajado en el territorio. Conformada por familiares de personas desaparecidas, la organización ha llevado adelante un trabajo riguroso de investigación humanitaria que permitió identificar distintos sitios de interés forense en Casanare. Uno de ellos es el predio intervenido en Tauramena.
Lyda Quevedo lleva más de dos décadas recorriendo caminos en Casanare en busca de personas desaparecidas. Fundadora de la fundación que lleva el nombre de su hermano, Yovany, ha sido una de las voces más persistentes en la región. Durante la intervención en Cuernavaca, acompañó cada jornada de trabajo y compartió con el equipo su conocimiento del territorio. “Debemos seguir trabajando en articulación, en equipo, no solo por Casanare sino por Colombia, unidos hasta encontrarlos”, dijo al final de la jornada, con la certeza de que cada esfuerzo suma en la larga tarea de la búsqueda.
La Coordinadora de la Regional Oriente de la UBPD, Adriana Pestana, indicó que: “Realizamos esta acción a partir de una investigación que venía realizando la familia, a través de la corporación Yovany Quevedo, quienes venían de un proceso de años indagando en diferentes lugares para poder dar con el paradero de su familiar desaparecido”. Asimismo, indicó que esta información más otra que había recopilado la Fiscalía se organizó en una investigación humanitaria para determinar el sitio de interés forense a intervenir.
Teniendo en cuenta la cercanía del sitio a intervenir, con un brazo del río Chitamena, que en épocas de invierno moviliza arena y piedras, se hizo necesario el uso de una retroexcavadora mixta, también conocida como pajarita, con la que pudo retirarse el suelo superficial con mayor facilidad. Esta herramienta fue un aporte de la Alcaldía de Tauramena. Además, se abrieron trincheras de dos metros de profundidad aproximadamente, con las que se buscó elementos característicos que pudieran determinar alteraciones ocasionadas por causas humanas.
Esta acción humanitaria dejó importantes aprendizajes, entre estos, reconocer y valorar el conocimiento que las víctimas tienen sobre el territorio. Este saber resultó clave para enfrentar situaciones concretas en el terreno, evidenciando que su participación no solo fortalece la eficacia de la búsqueda, sino que también contribuye a su reconocimiento y dignificación.
Lyda Quevedo resaltó la importancia de la vinculación activa de las organizaciones y mujeres buscadoras de los desaparecidos que “por años han realizado un labor de recopilación y sensibilización sobre la entrega de información y un trabajo artesanal en campo que hoy sumando a un equipo de profesionales aúnan esfuerzos para encontrar a las más de 2.000 personas desaparecidas que dejó el conflicto armado y que están en las sabanas, montañas y ríos de Casanare”.
La Unidad de Búsqueda cuenta con 25 sedes territoriales y 4 sedes satélite en el país, donde recibe solicitudes de búsqueda y aportes de información que permitan encontrar personas que se encuentran desaparecidas y cuyas familias continúan buscando. En Casanare, la sede está ubicada en Calle 16 22A – 07 y se puede contactar a través del 3162809395.