Después de 20 años de la masacre de Bojayá, continúa el conflicto y la amenaza para las personas en el Chocó

Este 2 de mayo, Colombia conmemora 20 años de la masacre de Bojayá, Chocó, en la que murieron en la Iglesia de Bellavista más de 102 personas, muchas de ellas mujeres y niños.

En esta conmemoración el Sistema Integral para la Paz, la Iglesia de Chocó, la Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, Codhes, se unen para acompañar a las víctimas y a las comunidades afrodescendientes e indígenas que hoy siguen enfrentando la violencia y el sufrimiento provocado por el conflicto armado.

Este 2 de mayo, el Comité por los Derechos de las Víctimas de Bojayá, junto a autoridades étnico territoriales organizan un homenaje a las personas que perdieron la vida y un conversatorio para debatir y exponer la situación de derechos humanos en el territorio ante las denuncias de homicidios, amenazas de muerte, ataques, reclutamiento forzado de niñas, niños y adolescentes, desplazamientos forzados, confinamientos, restricciones a la movilidad y desapariciones forzadas, entre otras violaciones.

Sobre la actual situación del territorio las instituciones y organizaciones que acompañamos y apoyamos a las víctimas y a las comunidades urgimos por la protección de la vida de los habitantes de esta zona a través de: la presencia integral del Estado, la reparación colectiva, la plena implementación del Acuerdo de Paz –en particular el capítulo étnico-; la garantía de los derechos económicos, sociales y culturales de la población; la búsqueda de las personas desaparecidas en razón del conflicto armado, así como por hechos posteriores a la firma del Acuerdo de Paz; y el desmantelamiento de los grupos armados no estatales.

Finalmente, quienes suscribimos este comunicado, expresamos nuestra solidaridad a las víctimas de la violencia en el Chocó y nos comprometemos a seguir trabajando en el territorio para que cese la violencia y se proteja la vida.