Integrantes de «Los Alacranes» fueron enviados a la cárcel

Persistiendo en el seguimiento a los grupos delincuenciales que hacen presencia en Casanare, un fiscal logró que a Raúl Antonio Gamba Mora, alias Willy, quien presuntamente era el cerebro y determinador de los secuestros y extorsiones ejecutados por el grupo delincuencial ‘Los Alacranes’, le fuera legalizada su captura.

Esta se llevó a cabo por orden judicial en San Vicente de Chucurí (Santander) y fue presentado ante un juez con función de control de garantías. La Fiscalía lo imputó como responsable de los delitos de concierto para delinquir agravado, secuestro extorsivo agravado consumado, hurto calificado, cargos que no aceptó.

El pasado mes de octubre fueron secuestrados dos ciudadanos en el río Túa, en inmediaciones del municipio de Monterrey (Casanare), y por cuya liberación exigían una importante suma de dinero. Pero una vez adelantada la investigación se pudo establecer la existencia de una estructura autodenominada ‘Los Alacranes’, a quienes se les atribuye no solo este hecho sino dos plagios más y cuatro procesos por extorsión.

Asimismo, fueron capturados el pasado 29 de febrero, Dagoberto Castañeda y Luz Daila Amaya en Villanueva (Casanare) y Villavicencio (Meta) respectivamente, quienes, al parecer, habrían participado en el secuestro de un ganadero del municipio de Monterrey (Casanare), por el que pidieron dinero por su rescate.

Castañeda y Amaya fueron imputados por un fiscal adscrito a la seccional Casanare, ante un juez con función de control de garantías, como presuntos responsables de los delitos de secuestro extorsivo agravado, porte ilegal armas de fuego agravado y hurto calificado y agravado, cargos que no aceptaron. No obstante, fueron legalizadas sus capturas ante la petición del ente acusador.

Del mismo modo, Wilder Mejía Lascarro fue capturado por en la ciudad de Bucaramanga (Santander) porque al parecer estuvo relacionado con los secuestros presentados en octubre del año inmediatamente anterior en el municipio de Monterrey.

Mejía Lascarro, quien se presentaba como líder comunitario, se le imputaron los delitos de concierto para delinquir agravado, secuestro extorsivo agravado y porte ilegal de armas, cargos a los que no se allanó un juez lo cobijó con medida carcelaria.