El drama de una familia Maniceña, víctimas del desplazamiento, las amenazas y la ausencia de la Justicia.

Hace tres meses y 10 días sus vidas cambiaron y para siempre, una masacre les tocó de la manera más vil, pues el pasado 6 de enero de este al municipio de Maní, sujetos que se movilizaban en una motocicleta bajo la modalidad de sicariato, terminaron con la vida de Vicente Soto Berrio, de su hijo Gustavo Soto Chaparro y del señor Luis Alfonso Sandoval, quienes departían en la vivienda de la tercera víctima, ubicada a escasas dos cuadras de la Estación de Policía; ellos compartían ese 6 de enero, pero la muerte los sorprendió a las 04:00 pm y de la peor manera.

Desde entonces para esta familia, esta situación se convirtió en un verdadero infierno, tal como lo han dado a conocer a Noticias en Línea, las amenazas no se hicieron esperar y al ver que el estado no los protegió, tuvieron que salir prácticamente bajo amenazas de Maní hacía un lugar seguro, en donde esperan que la Justicia llegue y puedan entender que fue lo que ocurrió con sus familiares, apenas les han informado que todo es materia de investigación, y la recompensa de 20 millones que las autoridades  nunca difundieron a medios regionales, sino lo manejaron entre la familia y conocidos.

Ahora piden a las autoridades que los protejan y puedan tener algún día esa justicia tan anhelada, quieren tener respuestas a todas sus preguntas y saber quiénes fueron los responsables de estos homicidios, pero, sobre todo, quieren tener la tranquilidad que nadie más los va a amenazar y mucho menor a desplazar.