
Las familias de Monguí se reunieron en un abrazo cultural con Territorio FICC
Bajo una tarde soleada, los habitantes de Monguí (capital mundial del balón) recibieron con entusiasmo a la descentralización del FICC, un espacio de encuentro donde la comunidad fue protagonista, compartiendo sus expresiones artísticas y culturales en un ambiente de unidad, orgullo y amor por lo nuestro.
El sonido de las Cuerdas Típicas y la majestuosidad de la Banda Sinfónica llenaron el aire con melodías que evocan las raíces boyacenses. Cada interpretación fue un homenaje al talento local y a la calidez de un pueblo que, con cada nota, reafirma su historia y su esencia. La jornada estuvo marcada por la alegría, el baile espontáneo y los aplausos de las familias que disfrutaron del arte como un lenguaje común.
Uno de los momentos más esperados fue la presentación del grupo de danza de México, país invitado del Festival Internacional de la Cultura Campesina. Con trajes coloridos, sombreros y faldas que se movían al ritmo de los sones y bailes tradicionales, los artistas ofrecieron un espectáculo vibrante que combinó energía, ritmo y tradición. Sus coreografías, llenas de fuerza y simbolismo, despertaron la admiración del público, que aplaudió cada movimiento como una celebración del intercambio cultural que une a ambos pueblos.
Para Zuly Milena Gutiérrez, habitante del municipio de Monguí, este tipo de encuentros fortalece la identidad y despierta el interés entre los jóvenes.
“Es un aporte muy significativo, ya que le estamos apostando a la cultura como atractivo turístico, y esto hace que podamos compartir nuestra riqueza y conocer las expresiones de otros países. Ha sido una tarde muy bonita, llena de entretenimiento para todas las familias, los niños y visitantes”, comentó.
El Territorio FICC continúa impulsando los procesos culturales en cada rincón del departamento, llevando formación, arte y expresión a municipios que encuentran en estas jornadas una oportunidad para compartir y aprender juntos. Estos espacios son una muestra del compromiso por descentralizar la cultura, integrando a las comunidades desde sus propios saberes y tradiciones.
La próxima parada de esta ruta será en Aquitania, donde experimentaremos un nuevo espacio de intercambio, exaltando lo mejor de nuestros territorios y abrazados por la hospitalidad que caracteriza a los boyacenses.